Anoche (20 de agosto) teníamos una presentación en el Agujero del Sur y decidimos suspenderla a último momento. Nos acercamos al lugar y pudimos pedirle disculpas a quienes se acercaron al lugar por nuestra convocatoria.
Nos autocriticamos por no haber averiguado de antemano los datos que hicieron finalmente que tomásemos esa desición, que son los siguientes:
El Agujero del Sur es una especie de casa cultural que pertenece a la ONG Casa del Sur. Casa del Sur tiene 14 sedes de comunidad terapéutica para el tratamiento de drogadependientes. Es una institución privada que recibe cientos de miles de pesos en subsidios de la SEDRONAR. O sea, es una prestadora de servicios. La mayoría de sus internados son judicializados, los manda el juez y cobran por ello.
En este marco hay que comprender la capaña anti legalización de drogas (o pro-penalización del consumo) que lleva adelante su director, José María Rshaid. La penalizacón del consumo genera un circuito de detenciones, internaciones y subsidios de los que viven los prestadores de servicios.
De modo que este dato bastó para que decidamos no participar del encuentro en el Agujero del Sur, del mismo modo que no iríamos a tocar a la cafetería de una clínica privada.
Además, hay contra la ONG Casa del Sur toda una serie de denuncias por maltrato y abusos, que no podemos suscribir, pero tampoco obviar.
Ahora sí, hasta la próxima.
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